lunes, 12 de agosto de 2013

Amor difuso

Te entregue aquellas ilusiones de niño,
que inocentemente te di sin temor.

Al inodoro las tiraste.

Con una tempestad de poesía te ataque
sin poder golpearte el corazón. 

Tu cuerpo, tu mente, tu corazón,
tu alma, tus suspiros, tus orgasmos,
vos, todo, ya estaba registrado
a nombre de alguien más. 

Ciegamente creí en vos, dejándome
llevar por tus sistematizadas mentiras
que enamoraban. 

Mi alma huyo al ver mi corazón insano,
apático y contagiado de la mierda que 
vos me dabas. 

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