viernes, 9 de agosto de 2013

Te espero en mi sofá (día 3)

Me quede dormido por un rato, tuve un sueño extraño, creo que por lo que ha pasado últimamente mis sentidos hicieron que ese sueño surgiera, o no se... otro cigarro me fume y cuando quería encender el siguiente me detuve a pensar por que fumaba. Tengo 15 años fumando, es impresionante que no haya muerto ya por cáncer de pulmón.

Recuerdo bien aquel día en que conocí a Carmen, yo fui a comprar unos libros, y fue ahí donde me la encontré, en el instante en que la vi sonriendo al escoger el libro que compraría, supe que había encontrado la sonrisa más bella que jamás mis ojos habían visto. Me mantuve distante observándola sin que ella se diera cuenta, antes de que saliera de la librería me le adelanté, pague los libros que había escogido y la espere en la esquina, ella salió caminando muy distraída, yo la seguí como si fuera a secuestrarla, paro en el parque, busco una banca desocupados y se sentó, abrió el libro que compró, saco una cajetilla de cigarros de su bolsa, escogió un cigarro y empezó a fumar. Después de media hora decidí irme, mientras caminaba a casa fui dándole vueltas al asunto de aquella bella mujer, de como podía hacer para hablarle, para expresarle mi admiración por su belleza. 

Tres días seguidos fui al parque, la encontraba siempre, con el mismo libro que había comprado hace días y siempre fumando, y pues recordé que ya tenía 2 años de haber dejado yo de fumar, pero no encontré una mejor forma de irle hablar, solo con el pretexto de pedirle fuego. Compre un par de cigarros y muy nervioso me le acerque y le pedí fuego, me miro fijamente y sonrió como diciendo ¿que fumador no trae encendedor?  saco su encendedor y me lo dio, encendí mi cigarro muy nervioso, enseguida pregunte si podía sentarme con ella, si no había algún problema, y ella muy tímidamente me dijo que podía sentarme, que no había ningún problema, desde ese día nos llevamos muy bien, compartimos muchas cosas, nos hicimos muy buenos amigos y al mismo tiempo muy buenos novios. Todo era felicidad hasta los últimos 2 meses, habían muchas peleas, discutíamos por cualquier cosa. 

Un día vino a visitarme, era un día normal, no habíamos discutido, teníamos todo calmado y estábamos bien, se sentó en el sofá que me había regalado, se quedo callada por varios minutos hasta que por fin decidió hablar, nunca creí que me fuera a decir algo como lo que de su boca salió "me iré de la ciudad" fueron las primeras palabras que escuche, me explico, que quería seguir estudiando, y que había obtenido una beca para terminar su maestría, que en dos semanas se iría, yo comprendí eso muy bien, lo que no comprendí fue por que no me había contado eso antes, ella jamás menciono su deseo de seguir estudiando y que se iría, ya hacia varios meses había tomado esa decisión y tardo tanto en decírmelo, discutimos por unos minutos y yo pensé que era innecesario, y la abrace, por minutos estuvimos así hasta que al final me dijo que no había más remedio que terminar la relación, porque ella regresaría en mucho tiempo, que lo mejor para ambos era separarnos y tomar cada quien su camino, yo me negué, no quería perderla ni que se alejara, pero también sabía que ella tenía un sueño y no podía ser yo tan egoísta en negárselo, no me quedo más remedio que aceptar, le termine diciendo que la esperaría el tiempo que ella tardaría en regresar, sus últimas palabras fueron "No esperes a alguien que no vendrá, te quiero y te extrañare".

Desde ese día no supe nada de ella, después de ella mi vida se resume en ir todos los días al parque, fumar y leer un libro. Regreso a casa siempre con la esperanza que Carmen este sentada en el sofá que me regalo, y es por eso que aún conservo ese viejo sofá, porque mi esperanza no se muere.

Pero... lo sucedido con Mauricio, me hizo reflexionar y pensar muchas cosas, quizás fue cobardía lo que el hizo, o no se, quizás el amor es la enfermedad más mortal y al mismo tiempo la cura, ¿se han enamorado ustedes? Uno se vuelve tan incidente, tan vulnerable, tan tonto. Pero también el amor te hace crecer, uno aprende mucho, y esa es la mejor forma de salir ileso después de una relación muy bonita, la experiencia que queda, hoy por primera vez pienso diferente, hoy por primera vez me hago a la idea que Carmen no vendrá, hoy decidí que el sofá siempre estará ahí, pero ya no esperando a que ella regrese, estará como un recuerdo hermoso de algo maravilloso. 

Hoy salgo a caminar entre la lluvia sin importar empaparme y enfermarme mañana. Hoy voy a sonreír por cualquier cosa. Solo se que Carmen es el dolor más bonito que he sentido pero como ella dijo, no esperare a alguien que no vendrá.

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